martes, 3 de septiembre de 2013

Tedio

Todas las mañanas despertaba extenuado.
Al principio, sólo se sentaba descalzo en la mecedora.

Empañaba el vidrio de la ventana con su aliento.
Después el vidrio se llenó de polvo, y también su cabello

Dejó de lavar ROPA, dejó de lavar los TRASTES.

Había cucarachas en el suelo, 
y aún no reparaba las goteras de su techo.
Ni siquiera olía bien.
Había descuidado su casa y su apariencia.

Era un pobre majareta.

No siempre recordaba tomarse las pastillas...
Aunque quizás jamás lo olvidó, y simplemente
no quería hacerlo.

ESTABA SOLO.

Reforzando su deseo de morir.
Después de todo... 
Todas las mañanas despertaba extenuado.

...

Para él, ya no existía cura.