jueves, 24 de octubre de 2013

Beneplácito.

Nos conocimos de la manera más común. 
Era un día habitual.
Me encontraba en un estado entre la normalidad y la locura. 
Muy común de mí.
De extremo a extremo, solos. 
Sentados, cada quién en una mesa... 
Bebiendo café caliente; observándonos. 
Desde ese momento, no subestimo ningún día. 
Puede parecer común y usual, y sin embargo volverse el más insólito. 


Le sumé un par de años innecesarios a mi vida.
Una colección de momentos que ahora, tengo extraviados.
Recuerdos que arrinconé, 
para no sentirme tan de arena.


He perdido la cohesión, el agua no existe en mi cuerpo.
Escapó a través de mis ojos. 
Me he convertido en terreno árido;
 seco.


No trato de entender la finalidad, ni cuestiono a la vida.
Ni te cuestiono a ti. Ni a mí.
Todo va más allá de mi entendimiento.
Supongo que debíamos conocernos. 
Fue bonito compartir ideas y tiempos.

No voy a vengarme de ti.
No puedo odiarte.
Ni siquiera me arrepiento.

No me pareces execrable, al contrario;
me regocijo ante tu persona.
IMPACTAS
...

Pocas almas me deslumbran.
No tengo palabras para describirte, no me bastan.
Lo tienes TODO.
Me entusiasma saber que existes.
Me complace haber podido mirarte a los ojos. 
Haber olido tu perfume, haber tocado tus hombros.
Ver tus labios, mientras esperaba ser atacada.
Demolida con palabras dulces, que lo único que han hecho es
PERJUDICARME.


Mil gracias.
Mucho gusto.
Es un placer seguir de pie.

Me enseñaste y aprendí
...

PERO NO LO VUELVO A HACER.


Sólo espero seas feliz.

Y que venga para ti, 
lo más lozano de la vida.