viernes, 29 de noviembre de 2013

La sombra.

El sol se asoma y la sombra se esconde.
Si le ven pasar, la multitud se atemoriza. 
Se refugia en un sin fin de callejones.
Y cuando anochece; la sombra surge a flote.  

Mientras el mundo duerme,
ella se pasea.
Recorre cada esquina de la exorbitante ciudad.
Se le ve bailar bajo faroles.

Y entre la oscuridad; desaparece.
Camina sola; no tiene amigos.
Siempre trepa rascacielos 
y se acurruca en lo más colosal de su acervo.

La sombra llora al anochecer,
encarcelada en soledad.
Y una vez un frío Noviembre, 
la luna encantadora; le ha escuchado.

El llanto de la sombra,
retiembla en el candor de todo cuerpo.
Las estrellas son testigos...
La luna lasciva se aproxima a su penumbra.

La sombra siempre se sienta a la misma hora, 
en el mismo sitio.
Sus negruzcas lágrimas 
le acarician la silueta.

La luna le absorbió y ambas eclipsaron.
Después la sombra se desvaneció.
Pero al menos un instante
fue la sombra de algún cuerpo
...

Ya casi amanse,

ya no hay nada que ocultar.
La sombra ya no existe,
el sol se asoma una vez más.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Cuando le veía...

Cuando le veía me temblaban las piernas,
se me erizaba la piel, 
se dilataban mis pupilas,
y ambas manos me sudaban.

Sentía calambres en los brazos,
la sangre fluía con violencia dentro de mí,
se sonrojaban mis mejillas y
los pies me traicionaban al andar.

Cuando le veía, 
mis labios se entumían, 
congelados tiempo antes de que
se aproximara a darme un dulce beso.

Me veía al borde de la
taquicardia.
Me consumía un calor inexplicable,
seguido de infieles escalofríos.

Se me adormecía la mente,
el estremecimiento era sobrecogedor;
aunque a su vez muy
placentero.

Los arranques me devoraban,
sentía que mi espíritu ardía en la hoguera.
Me llenaba de impaciencia.
El nerviosismo era indomable.

Cuando le veía,  el tiempo no existía.
Por dentro la histeria me conquistaba,
pero mi cuerpo era tan desleal 
que sólo le admiraba y le observaba los lunares.

Era como un híbrido de
intranquilidad y de armonía.

Cuando le veía...
Lo sentía el rey del mundo,
el creador de mi entusiasmo, 
el amor de mis horas y recuerdos,
el dulzor de mi café,
la razón de mis poesías.

Pero ahora que le veo,
mi respiración ya no se agita. 
Ya no siento el frenesí...
Me apodero de la calma.

Mi alma está tranquila.
La pasividad arriba en mi pecho.
Ya olvidé su punto débil.
Y hasta desconozco la textura de su pelo.

Pero cuando le veía,
al menos sentía que estaba viva.


Me sentía con mil motivos...

Y ahora que le veo y no siento nada...
quisiera volver 
a perder los estribos. 



lunes, 11 de noviembre de 2013

El volcán dormido.


Tengo la mente convertida en una selva.
Mi conciencia está de fiesta.


Perdí el juicio por introvertida.
También el mapa del tesoro.

Todas mis palabras están fuera del libreto.
Dentro de mi cuerpo inicia una revolución
...
Sólo existimos usted y yo. 

No se escucha NADA
que no sea nuestra respiración
y el cantar de las cigarras,
 que viene y va;
bajo el celaje. 


Tengo listo mi equipaje,
en espera a su llamado.

Si yo pudiera decirle, 
que me muero de ganas...

Por conocer la historia de sus cicatrices.
Por dibujar lunares nuevos en su cuello.
Por memorizar la forma de sus pecas.
Por encontrar ese rincón desconocido de su cuerpo,
que hasta usted mismo desconoce.
Por obsequiarle una pasión.
Por neutralizar sus nervios involuntarios.
Por convertirme en su adicción.
Por controlar esta erupción.
Y por leerle ojos y manos
...

Aún sintiéndonos lejanos,
le juro que siempre
le voy a esperar.

Vuelva y regrese,
ya conoce el lugar,
que a su retorno le aseguro:

El volcán 
volverá a 
despertar.
















jueves, 7 de noviembre de 2013

Pájaro rojo.

Resistía la noche en vela,
sobre su cama; 
en postura fetal. 

Le lastimaban los resortes.
El olor de las sábanas no era agradable,
pero su aquiescencia la volvía de cuerpo 
amable.

Los ojos vidriosos, 
el cabello empolvado.
Lo jugaba con sus manos,
intentándolo trenzar.

Cambió sus brazos por dos alas,
y sus labios por un sueño.

Siempre fue ferviente de los desafíos,
soslayando lo utópico, 
volviendo realidad a la mitología.
¡Acribillando ideales ajenos!

Algunas tardes la recuerdo.

He olvidado la forma de sus cejas, 
su color,  sus gestos bruscos, 
pero no su exultación.

Abrazaba a la vida 
cual regalo perfecto,
se alegraba de todo
...


Incluso de las malas noticias. 


sábado, 2 de noviembre de 2013

La reina de los sueños.

Ella jamás se peina. Pocos la han visto, pero los que ya lo hicieron dicen que es total simplicidad... Se cree que tiene mala suerte, y que por eso siempre vive escondida. En su mundo los peces son dueños del cielo y las aves habitan en el océano. En primavera no nacen flores y en el invierno no existe el frío, ella lo quiso así; de esa manera.  

En todo su planeta se vive la misma estación. El sol es color rosa, el mar también lo es.  No existen las nubes, y tampoco la vejez. Se escuchan risas tiernas por todas las esquinas,la maldad es un mito, y todo lo excepcional provoca ternura. Ella es su único sobreviviente.

Le fascina permutar el universo real, es muy misteriosa. Ayer era un cuerpo flotante y ligero; hoy es tornadizo, pesado y caprichoso. No sabe ni lo que quiere; le es infiel a sus encantos. Pusilánime por naturaleza, inexpresiva por condición. Extravió su raciocinio.

Cuentan también, que tiene lindos dientes. Es una mezcla entre la candidez y la picardía. Se rumora que antes se inventaba acompañantes. Después dejó de pensar en ellos, y desaparecieron poco a poco...

Cuando los infantes duermen, ella aparece. Prefiere volverse compañía, que necesitar la de los otros. Sólo los valientes pueden verla. 

Ella se vería muy guapa con el cabello recogido, haciendo travesuras todo el tiempo, sonriendo. Obsequiando fantasía, el mayor de sus talentos. En su espacio, al caer la noche las estatuas se mueven. No existen las mariposas, ni las mentiras, los gatos son más grandes que los perros, y ninguno tiene cola. 

Lo último que oí, es que está hecha de las sombras de los que ya se han ido de su mundo, por eso no tiene una propia. Sí tiene alma, pero no tiene color, también tiene forma; parece humana, pero no lo es. Algunos piensan que no existe, que es visión de los quijotes.

Si bien no tiene compañía, tampoco siente desamparo. A ratos se siente perdida, por ello la sentimos en la realidad. Es como las llamas; tibia y rebelde, más sin embargo suele provocar escalofríos. 

Yo no me fiaría de sus emociones, porque no sólo regala visiones agradables. También se las roba, cuando no es ella quien te las brindó. Las envidia tanto, que se las lleva; provocando pesadillas. Es bastante celosa... Nadie conoce sus ojos. Se los cubre con su pelo oscuro, siempre alborotado, sucio y lleno de nudos. 

No le gusta dar la cara...
También es por eso que nunca se peina.


Mi aditamento.

Busco el complemento perfecto, 
cómo si buscara entre juguetes olvidados.

No lo busco en la carne humana, 
sino en el espíritu de algún cuerpo libre.

No es tan fácil, 
porque físicamente aún no existe.

Tampoco estoy rastreando algún objeto perdido, 
al contrario; 
indago en lo que desconozco.

Quizás mi complemento esté en mí misma. 
Pero aún no me conozco lo suficiente. 

Hay días que me agrada mi reflejo en el espejo, 
pero otros simplemente siento que soy sólo huesos y sangre 
en un estuche de piel y juventud.

Siento más miedo de buscar en mí, que en el exterior. 

...

Es más fácil culpar a mis alrededores.

Percibir.

No intento parecer lo que no;
pero a su vez, siento que tampoco puedo ser 
YO MISMA.

Me gustaría poder contarte mis historias
fantásticas... Pero pocos creen en lo que digo.

Tal vez te parezcan aburridas;
cómo mis faldas con encaje, o mis recuerdos de la infancia.

Sin embargo quisiera decir,
que tú sí me resultas bastante interesante.

Tu manera de jugarte el cabello,
es desigual a la de todas las personas.

Incluso en tus mejillas, 
el sonrojar luce distinto.

Hasta se mira diferente
tu expresión al bostezar.

También estornudas bonito.

A veces me causa vergüenza tenerte tan cerca,
principalmente en los silencios incómodos.

Debo confesarte, que pocos conocen el sonido
de mis carcajadas.

Es extraño que provoquen una en mí,
pero tú lo vuelves fácil.

ERES HILARANTE.

Nadie le tiene fe a mis oraciones, 
es por ello que se han vuelto 
mi comida más odiada.

Algunas veces son una cena ligera...
Pero los días que me trago una importante opinión;
se convierten en el plato fuerte.

¿Serás igual que el resto de la gente?
¿Tú sí querrás escucharme?

No creo en la generalidad.
Es sólo que no he tenido buena suerte 
en mi inexistente búsqueda de amigos.

Y si existiera, créeme;
sería un descalabro.

Mis sueños no son tan irreales...
TODAVÍA ME QUEDA ESPERANZA.

Son casi las 6 de la mañana, pero 
para mí; apenas cae la noche.

De cualquier manera, en mi orbe,
 la hora y el tiempo, los aromas y colores, 
los sabores,amores y deseos; 
son los que YO decido.

Algún día voy a invitarte a conocer mi mundo.

Es pequeño y tal vez no muy grato,
pero es mío y te sentirás 
cómo en casa.

Mientras me animo a invitarte a pasar...

¿Podría tomar asiento 
en el tuyo?

...