sábado, 14 de diciembre de 2013

El último viaje de la golondrina.

¡Viene y va la golondrina!
Planeando cortejada 
sobre el agua salada.
Expandiendo sus alas por encima del mar...

Se eleva en lo más alto,
triste y solitaria.
Callada y enfadada,
se enamora de su cuento.

¡Viene y va la golondrina!
Y se infla...
Luego llora.

Va absorbiendo el calor de 
los amantes de la Tierra,
los secretos de las nubes,
y el desplante de la brisa.

Al calor se acerca,
viene y va desesperada.
Mientras el sol la incendia,
volviéndola ceniza. 

Se despide,
envuelta en humo.
Con las alas quemadas 
y el pecho desinflado.

Vino y fue 
la golondrina
para no
resucitar...





martes, 3 de diciembre de 2013

El nacimiento de los sapos.

Erase una vez en la enorme charca  de un bosque lejano, un pintoresco sitio en donde habitaban un grupo de ranas. 

Una de las ranas jóvenes, no podía croar. El resto de sus compañeras siempre se burlaban de ella, haciendo crueles chistes y no invitándola a jugar con ellas.

"¿Una rana que no puede croar? ¡Eso es como una cigarra sin canto, o una luciérnaga sin luz!" - Repetían constantemente en tono irónico las ranas, mientras a carcajadas y fuertes croadas, saltaban alegres molestando a su compañera. 

Una tarde lluviosa, bajo el cielo veraniego, fue lastimada una vez más.... La rana que no podía croar saltó y saltó lejos de la charca en la que vivía. Llegó a la orilla de un decrépito tronco cerca de un riachuelo, mientras obsequiaba a la gotas del suelo más amigas con sus lágrimas cayendo.

Arribando a su soledad, descansó en el tronco una divina mariposa.
- Por favor, no me comas, estoy cansada y necesito reposo. - Sugirió a su llegada, mientras la rana afligida y solitaria respondió:
- Por favor, tú no me insultes.
La rana desconsolada contó a la mariposa su problema. La mariposa no tardó en entenderla, pues desde su nacimiento su ala izquierda estaba rota. No pudo volar con el resto, por eso también estaba sola. 

La rana y la mariposa se hicieron buenos amigos y se veían todas las tardes lluviosas. Hasta que un día, parte de las ranas comenzaron a notar los ratos de ausencia de su frágil compañera, y una tarde de tantas en las que se marchaba sola; la siguieron.

Al llegar al tronco y verla acompañada de una mariposa, el escándalo fue mayúsculo. 

- ¡Una rana que no croa es demasiado! Pero ¿una rana que convive con mariposas? ¡Eso es imperdonable!

Dos de las ranas enemigas saltaron hacia ella, sujetándola, mientras el resto trataba de alcanzar con sus lenguas a la mariposa.

La mariposa no pudo esquivarlas mucho rato, su ala rota se cansó y cayó extenuada al suelo. Rápidamente, una de las ranas la devoró. Mientras las otras liberaban a la rana sin croar, quien hundida en llanto, escuchaba las perversas risas.
- Croac, croac, croac.... ¡Esto ha sido delicioso!
- Croac, croac, croac, ¡tienes toda la razón!

Algo dentro de la rana sin croar se había quebrado, estaba furiosa, tanto... que se llenó de verrugas y aumentó 10 veces su tamaño. Se había convertido en un malvado sapo, y sin piedad de los demás; robó el croar de aquellas ranas que asustadas y asombradas decidieron huir del bosque. 

El sapo malvado volvió hasta la charca, robando el croar de todas las que siempre lo trataron como un fenómeno. ¡Croac, croac, croac! No seré más su bufón - Replicaba con inmensa violencia el adolescente sapo malicioso.

Las ranas mudas y muertas de miedo, saltaron lejos de la charca, con el deseo infinito de no volver a toparse con aquel desdichado sapo.
El sapo se quedó con los renacuajos, y cuando estos crecieron, se mudaron a un horrendo pantano.

El sapo era el líder de aquellas nuevas ranas. Se había vuelto un dictador, bañado en dolor y amargura; el sapo lloraba cada tarde lluviosa.
Las ranas no entendían por qué ese sapo estaba tan amargado, pero le tenían mucho miedo y obedecían siempre sus órdenes y caprichos; ya que de no cumplirlas les era robado su croar.

Pasaron mucho tiempo viviendo en ese lugar, hasta que la escasez de insectos las golpeó. El hambre era tanta que decidieron buscar más allá de los límites de aquel fangal. Fue así que en poco tiempo se toparon con un grupo de gráciles mariposas. Y las ranas al ataque las quisieron degustar. 

En ese momento el sapo croo muy fuerte, tan fuerte que las ranas se paralizaron, y las mariposas lograron escapar. 

- Croac, croac, croac... - Lloraba triste el sapo. Quién había vuelto a recordar, a su vieja amiga de alas pardas. - Croac, croac, croaaaaaaaac...

Las ranas anonadadas observaban como el sapo se lucía envuelto en brillo, y en su último croar, su cuerpo volvió a ser el de aquella rana joven y hermosa.

Su alma se escapó hacia la eternidad, para saltar por siempre al lado de su amiga mariposa. 

Es por ello que los sapos existen... Alguna vez fueron nobles ranas. 

Y a pesar de aquel apego entre la rana y la mariposa, siguieron estando condenados a ser enemigos naturales por siempre y para siempre... 

Inclusive en las tardes lluviosas. 


lunes, 2 de diciembre de 2013

El cuervo y el espantapájaros.

Hace ya muchos años, en un poblado lejano cuyo nombre nunca pude recordar; vivía inscrustado a la fértil tierra, un misántropo espantapájaros.
Durante mucho tiempo, las parvadas de cuervos trataron de acercase a las cosechas que el espantapájaros tenía a su cuidado. Cada intento era fallido, pues todos los cuervos sentían miedo de aquel ente de apariencia regañona y vestimenta lúgubre.
- ¡Largo de aquí! ¡Fuera! - Gritaba enfurecido el espantapájaros si algún ave intentaba aproximarse a sus dominios. - ¿Es que acaso no me han escuchado? ¡Largo, dije largo!
Los alaridos de aquel amargado ser de trapo, paja y madera, dejaban despavoridos a los cuervos, que con el transcurrir de los días, se acercaban menos a esos horrendos territorios.
Jamás se habían topado con uno tan odioso, los cuervos sentían que este era el espantapájaros más aterrador que habían conocido, y cuando el miedo los dominó totalmente; decidieron que aquella siembra estaría prohibida y fuera de sus límites por siempre. No querían arriesgarse a ser lastimados por ese monstruo.
Cuando al fin se hallaba solo, el espantapájaros observaba melancólico las puestas de sol, deseando el amor invadiendo su cuerpo, dejándose acariciar por el viento, pero sin sensación alguna. Al caer la lluvia, no le extasiaba sentir las gotas recorriendo su figura, y el alma dolida; le recordaba que era un ser mal visto y frívolo, sin derecho a sentir, a amar, a amistar, o a moverse... Ese era su destino.
Una noche fresca, un cuervo perdido y cansado llegó a los terrenos del espantapájaros. Desconcertado por la acción de aquel oscuro volador, el espantapájaros gritó con gran irritación:
- ¡Largo de aquí! ¡Fuera! ¿Es que acaso no me has escuchado! ¡Largo, dije largo!
Las palabras del espantapájaros hicieron temblar a los árboles, que comenzaron a tirar sus hojas. El cuervo lo observó con lástima, y voló al árbol vecino, que se hallaba aterrado. 
El cuervo relajado, se ocultó entre las hojas de aquel viejo árbol, mientras veía como el espantapájaros estallaba en llanto. Miró como observaba a la luna mientras notaba en esos ojos de botón, el deseo de moverse y de ser libre y bueno. El ave conmovida, se había enamorado de aquel ser brusco y solitario.
El cuervo comenzó a cantar, el espantapájaros notó que jamás se había ido y con mirada de rechazo y cansancio, le preguntó:
- ¿Por qué no te has ido, cuervo tonto? ¿Es que acaso no me tienes miedo?
El cuervo negó con la cabeza, explicando al espantapájaros que no podía sentir miedo de lo que aún desconocía.
Abrió sus alas y se inclinó. El espantapájaros asombrado veía como el cuervo se acercaba nuevamente, pero ya no tuvo ganas de gritar.
- ¿Por qué eres tan infeliz?
- ¿Y por qué es que tú estás tan solo?
- Quise irme, volar a hacia otros sitios.
- ¿No se supone que los cuervos vuelan juntos?
- Soy un cuervo diferente.
- Puedo decir que eso es verdad, eres el único que no me tiene miedo...
- ¿Por qué no te escapas de aquí? ¡Huir de lo que creen que es tu destino! ¡Formarte un propio! Eso hice y soy feliz...
En el rostro del espantapájaros se vio reflejada una impactante tristeza.
- Yo no puedo moverme de aquí, porque yo no siento, porque todos me temen, nadie quiere estar cerca de mí... Quisiera ser un ser cálido, pero estoy hecho de tela y disgustos, jamás podré sentir que tengo vida.
El cuervo enamorado, enterró sus pequeñas garras a su pecho y con el pico y movimientos bruscos, logró sacarse el corazón y colocarlo en el pecho del espantapájaros. 
Los árboles nuevamente se sintieron aterrados, las estrellas y la neblina, también fueron testigos. El cuervo había muerto a un costado del espantapájaros. Quien por vez primera, sintió escalofríos entre las corrientes de aire.
El espantapájaros tuvo el corazón que siempre quiso... Y cuando el cuervo cerró los ojos, se desvaneció como si fuera polvo.
El espantapájaros desenterró sus pies de la tierra, buscó sin éxito el cadáver de aquel cuervo y en señal de gratitud, se quitó el sombrero. 
Llevaba el ropaje cubierto de sangre, y un corazón cálido latiendo en su pecho. El cuervo se había convertido en estrella.
El espantapájaros la contempló con inmensa admiración. Mientras el cuervo enamorado, se había condenado a cuidarle por siempre desde lo más alto del cielo. Manifestándose cada noche y amándole por toda la eternidad.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Al morir...

Cuando muera 
y mi alma salga de este cuerpo;
lo hará en forma de ave.

¡Voy a volar por todo el cielo!

Podré observar desde lo alto, 
lo que quise más no pude...

Veré las nubes más de cerca,
sintiendo el límite o el vacío 
de lo que existe en el aire 
y lo que no.

Voy a cantar 
con el resto de las aves.

Dibujaré figuras 
bajo las estrellas.

Volaré hasta que mis alas 
se cansen
& hasta que mi última pluma 
desaparezca.





Ojos claros

¿Y por qué no perderme 
en el laberinto de tus pupilas ?
Me ubiqué de repente 
entre arrabales de fraudulentas lágrimas.

Échame un vistazo;  ojos claros,
que mi alma es transparente.
En cambio la tuya 
es calumnia y censura

Que ingratos aquellos viernes,
donde eludías sin piedad mi terneza...
Desnutriendo en un santiamén,
todos mis anhelos y mis esperanzas.

Y que de tus ojos color ámbar
no he podido aún olvidarme.
Y si alguna vez volviera a hundirme en esas joyas,
pues qué dicha; ojitos claros.

Y sí... Lo confieso,
desde que te presentaste; esto dolió.
Me adentré inmediatamente 
en el translúcido de tus iris.

Definí en pocos segundos 
que no cumples tus promesas.
¿Eres ciego, ojos claros?
¿O por qué actúas como si mi presencia fuese invisible?

¡Por favor, échame un vistazo!
Que bien sé que te engrandece, mi deseo de perderme
en el laberinto de tus petulantes 
y hermosos

OJOS 
CLAROS...




viernes, 29 de noviembre de 2013

La sombra.

El sol se asoma y la sombra se esconde.
Si le ven pasar, la multitud se atemoriza. 
Se refugia en un sin fin de callejones.
Y cuando anochece; la sombra surge a flote.  

Mientras el mundo duerme,
ella se pasea.
Recorre cada esquina de la exorbitante ciudad.
Se le ve bailar bajo faroles.

Y entre la oscuridad; desaparece.
Camina sola; no tiene amigos.
Siempre trepa rascacielos 
y se acurruca en lo más colosal de su acervo.

La sombra llora al anochecer,
encarcelada en soledad.
Y una vez un frío Noviembre, 
la luna encantadora; le ha escuchado.

El llanto de la sombra,
retiembla en el candor de todo cuerpo.
Las estrellas son testigos...
La luna lasciva se aproxima a su penumbra.

La sombra siempre se sienta a la misma hora, 
en el mismo sitio.
Sus negruzcas lágrimas 
le acarician la silueta.

La luna le absorbió y ambas eclipsaron.
Después la sombra se desvaneció.
Pero al menos un instante
fue la sombra de algún cuerpo
...

Ya casi amanse,

ya no hay nada que ocultar.
La sombra ya no existe,
el sol se asoma una vez más.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Cuando le veía...

Cuando le veía me temblaban las piernas,
se me erizaba la piel, 
se dilataban mis pupilas,
y ambas manos me sudaban.

Sentía calambres en los brazos,
la sangre fluía con violencia dentro de mí,
se sonrojaban mis mejillas y
los pies me traicionaban al andar.

Cuando le veía, 
mis labios se entumían, 
congelados tiempo antes de que
se aproximara a darme un dulce beso.

Me veía al borde de la
taquicardia.
Me consumía un calor inexplicable,
seguido de infieles escalofríos.

Se me adormecía la mente,
el estremecimiento era sobrecogedor;
aunque a su vez muy
placentero.

Los arranques me devoraban,
sentía que mi espíritu ardía en la hoguera.
Me llenaba de impaciencia.
El nerviosismo era indomable.

Cuando le veía,  el tiempo no existía.
Por dentro la histeria me conquistaba,
pero mi cuerpo era tan desleal 
que sólo le admiraba y le observaba los lunares.

Era como un híbrido de
intranquilidad y de armonía.

Cuando le veía...
Lo sentía el rey del mundo,
el creador de mi entusiasmo, 
el amor de mis horas y recuerdos,
el dulzor de mi café,
la razón de mis poesías.

Pero ahora que le veo,
mi respiración ya no se agita. 
Ya no siento el frenesí...
Me apodero de la calma.

Mi alma está tranquila.
La pasividad arriba en mi pecho.
Ya olvidé su punto débil.
Y hasta desconozco la textura de su pelo.

Pero cuando le veía,
al menos sentía que estaba viva.


Me sentía con mil motivos...

Y ahora que le veo y no siento nada...
quisiera volver 
a perder los estribos. 



lunes, 11 de noviembre de 2013

El volcán dormido.


Tengo la mente convertida en una selva.
Mi conciencia está de fiesta.


Perdí el juicio por introvertida.
También el mapa del tesoro.

Todas mis palabras están fuera del libreto.
Dentro de mi cuerpo inicia una revolución
...
Sólo existimos usted y yo. 

No se escucha NADA
que no sea nuestra respiración
y el cantar de las cigarras,
 que viene y va;
bajo el celaje. 


Tengo listo mi equipaje,
en espera a su llamado.

Si yo pudiera decirle, 
que me muero de ganas...

Por conocer la historia de sus cicatrices.
Por dibujar lunares nuevos en su cuello.
Por memorizar la forma de sus pecas.
Por encontrar ese rincón desconocido de su cuerpo,
que hasta usted mismo desconoce.
Por obsequiarle una pasión.
Por neutralizar sus nervios involuntarios.
Por convertirme en su adicción.
Por controlar esta erupción.
Y por leerle ojos y manos
...

Aún sintiéndonos lejanos,
le juro que siempre
le voy a esperar.

Vuelva y regrese,
ya conoce el lugar,
que a su retorno le aseguro:

El volcán 
volverá a 
despertar.
















jueves, 7 de noviembre de 2013

Pájaro rojo.

Resistía la noche en vela,
sobre su cama; 
en postura fetal. 

Le lastimaban los resortes.
El olor de las sábanas no era agradable,
pero su aquiescencia la volvía de cuerpo 
amable.

Los ojos vidriosos, 
el cabello empolvado.
Lo jugaba con sus manos,
intentándolo trenzar.

Cambió sus brazos por dos alas,
y sus labios por un sueño.

Siempre fue ferviente de los desafíos,
soslayando lo utópico, 
volviendo realidad a la mitología.
¡Acribillando ideales ajenos!

Algunas tardes la recuerdo.

He olvidado la forma de sus cejas, 
su color,  sus gestos bruscos, 
pero no su exultación.

Abrazaba a la vida 
cual regalo perfecto,
se alegraba de todo
...


Incluso de las malas noticias. 


sábado, 2 de noviembre de 2013

La reina de los sueños.

Ella jamás se peina. Pocos la han visto, pero los que ya lo hicieron dicen que es total simplicidad... Se cree que tiene mala suerte, y que por eso siempre vive escondida. En su mundo los peces son dueños del cielo y las aves habitan en el océano. En primavera no nacen flores y en el invierno no existe el frío, ella lo quiso así; de esa manera.  

En todo su planeta se vive la misma estación. El sol es color rosa, el mar también lo es.  No existen las nubes, y tampoco la vejez. Se escuchan risas tiernas por todas las esquinas,la maldad es un mito, y todo lo excepcional provoca ternura. Ella es su único sobreviviente.

Le fascina permutar el universo real, es muy misteriosa. Ayer era un cuerpo flotante y ligero; hoy es tornadizo, pesado y caprichoso. No sabe ni lo que quiere; le es infiel a sus encantos. Pusilánime por naturaleza, inexpresiva por condición. Extravió su raciocinio.

Cuentan también, que tiene lindos dientes. Es una mezcla entre la candidez y la picardía. Se rumora que antes se inventaba acompañantes. Después dejó de pensar en ellos, y desaparecieron poco a poco...

Cuando los infantes duermen, ella aparece. Prefiere volverse compañía, que necesitar la de los otros. Sólo los valientes pueden verla. 

Ella se vería muy guapa con el cabello recogido, haciendo travesuras todo el tiempo, sonriendo. Obsequiando fantasía, el mayor de sus talentos. En su espacio, al caer la noche las estatuas se mueven. No existen las mariposas, ni las mentiras, los gatos son más grandes que los perros, y ninguno tiene cola. 

Lo último que oí, es que está hecha de las sombras de los que ya se han ido de su mundo, por eso no tiene una propia. Sí tiene alma, pero no tiene color, también tiene forma; parece humana, pero no lo es. Algunos piensan que no existe, que es visión de los quijotes.

Si bien no tiene compañía, tampoco siente desamparo. A ratos se siente perdida, por ello la sentimos en la realidad. Es como las llamas; tibia y rebelde, más sin embargo suele provocar escalofríos. 

Yo no me fiaría de sus emociones, porque no sólo regala visiones agradables. También se las roba, cuando no es ella quien te las brindó. Las envidia tanto, que se las lleva; provocando pesadillas. Es bastante celosa... Nadie conoce sus ojos. Se los cubre con su pelo oscuro, siempre alborotado, sucio y lleno de nudos. 

No le gusta dar la cara...
También es por eso que nunca se peina.


Mi aditamento.

Busco el complemento perfecto, 
cómo si buscara entre juguetes olvidados.

No lo busco en la carne humana, 
sino en el espíritu de algún cuerpo libre.

No es tan fácil, 
porque físicamente aún no existe.

Tampoco estoy rastreando algún objeto perdido, 
al contrario; 
indago en lo que desconozco.

Quizás mi complemento esté en mí misma. 
Pero aún no me conozco lo suficiente. 

Hay días que me agrada mi reflejo en el espejo, 
pero otros simplemente siento que soy sólo huesos y sangre 
en un estuche de piel y juventud.

Siento más miedo de buscar en mí, que en el exterior. 

...

Es más fácil culpar a mis alrededores.

Percibir.

No intento parecer lo que no;
pero a su vez, siento que tampoco puedo ser 
YO MISMA.

Me gustaría poder contarte mis historias
fantásticas... Pero pocos creen en lo que digo.

Tal vez te parezcan aburridas;
cómo mis faldas con encaje, o mis recuerdos de la infancia.

Sin embargo quisiera decir,
que tú sí me resultas bastante interesante.

Tu manera de jugarte el cabello,
es desigual a la de todas las personas.

Incluso en tus mejillas, 
el sonrojar luce distinto.

Hasta se mira diferente
tu expresión al bostezar.

También estornudas bonito.

A veces me causa vergüenza tenerte tan cerca,
principalmente en los silencios incómodos.

Debo confesarte, que pocos conocen el sonido
de mis carcajadas.

Es extraño que provoquen una en mí,
pero tú lo vuelves fácil.

ERES HILARANTE.

Nadie le tiene fe a mis oraciones, 
es por ello que se han vuelto 
mi comida más odiada.

Algunas veces son una cena ligera...
Pero los días que me trago una importante opinión;
se convierten en el plato fuerte.

¿Serás igual que el resto de la gente?
¿Tú sí querrás escucharme?

No creo en la generalidad.
Es sólo que no he tenido buena suerte 
en mi inexistente búsqueda de amigos.

Y si existiera, créeme;
sería un descalabro.

Mis sueños no son tan irreales...
TODAVÍA ME QUEDA ESPERANZA.

Son casi las 6 de la mañana, pero 
para mí; apenas cae la noche.

De cualquier manera, en mi orbe,
 la hora y el tiempo, los aromas y colores, 
los sabores,amores y deseos; 
son los que YO decido.

Algún día voy a invitarte a conocer mi mundo.

Es pequeño y tal vez no muy grato,
pero es mío y te sentirás 
cómo en casa.

Mientras me animo a invitarte a pasar...

¿Podría tomar asiento 
en el tuyo?

...


jueves, 24 de octubre de 2013

Beneplácito.

Nos conocimos de la manera más común. 
Era un día habitual.
Me encontraba en un estado entre la normalidad y la locura. 
Muy común de mí.
De extremo a extremo, solos. 
Sentados, cada quién en una mesa... 
Bebiendo café caliente; observándonos. 
Desde ese momento, no subestimo ningún día. 
Puede parecer común y usual, y sin embargo volverse el más insólito. 


Le sumé un par de años innecesarios a mi vida.
Una colección de momentos que ahora, tengo extraviados.
Recuerdos que arrinconé, 
para no sentirme tan de arena.


He perdido la cohesión, el agua no existe en mi cuerpo.
Escapó a través de mis ojos. 
Me he convertido en terreno árido;
 seco.


No trato de entender la finalidad, ni cuestiono a la vida.
Ni te cuestiono a ti. Ni a mí.
Todo va más allá de mi entendimiento.
Supongo que debíamos conocernos. 
Fue bonito compartir ideas y tiempos.

No voy a vengarme de ti.
No puedo odiarte.
Ni siquiera me arrepiento.

No me pareces execrable, al contrario;
me regocijo ante tu persona.
IMPACTAS
...

Pocas almas me deslumbran.
No tengo palabras para describirte, no me bastan.
Lo tienes TODO.
Me entusiasma saber que existes.
Me complace haber podido mirarte a los ojos. 
Haber olido tu perfume, haber tocado tus hombros.
Ver tus labios, mientras esperaba ser atacada.
Demolida con palabras dulces, que lo único que han hecho es
PERJUDICARME.


Mil gracias.
Mucho gusto.
Es un placer seguir de pie.

Me enseñaste y aprendí
...

PERO NO LO VUELVO A HACER.


Sólo espero seas feliz.

Y que venga para ti, 
lo más lozano de la vida.


martes, 3 de septiembre de 2013

Tedio

Todas las mañanas despertaba extenuado.
Al principio, sólo se sentaba descalzo en la mecedora.

Empañaba el vidrio de la ventana con su aliento.
Después el vidrio se llenó de polvo, y también su cabello

Dejó de lavar ROPA, dejó de lavar los TRASTES.

Había cucarachas en el suelo, 
y aún no reparaba las goteras de su techo.
Ni siquiera olía bien.
Había descuidado su casa y su apariencia.

Era un pobre majareta.

No siempre recordaba tomarse las pastillas...
Aunque quizás jamás lo olvidó, y simplemente
no quería hacerlo.

ESTABA SOLO.

Reforzando su deseo de morir.
Después de todo... 
Todas las mañanas despertaba extenuado.

...

Para él, ya no existía cura.






domingo, 2 de junio de 2013

Fuego y agua.

Me dices tantas cosas...
Quema más el vapor de tu aliento,
que el fuego en el que arde tu cuerpo
al estar juntos.

Haces que hierva en ti.


martes, 7 de mayo de 2013

Hay tanto en ti.

Cuanto talento hay en tus manos.
Cuanta belleza hay en tu rostro.
Cuanta ternura hay en tus ojos,
& cuanta MALDAD 
en tu corazón...

miércoles, 24 de abril de 2013

Y me atrevo a vivir.

La vida de pronto se vistió de rojo y me sonrió. 
Creo que quiere seducirme...
Se desviste frente a mí.
Puedo contemplar toda su belleza.
QUIERE QUE LA VIVA, ASÍ... TAL Y COMO ES.
Me ha enamorado nuevamente.
Quiero vivirla. 
Más no quiero clavarme cual espada en la piedra.
Se mira tan perfecta...
Pero "el león no es como lo pintan".
Se rumora que es muy cruel, y sin
embargo se me muestra inofensiva.
La vida se ha sentado en una roca,
cruza las piernas, me sonríe nuevamente...
Con una seña me dice: 
Ven.
Debo estar loco.
Deseo hacerla mía.
Quizás estoy siendo muy débil.
O quizás estoy siendo valiente.
.
.
.

La vida es mía y se me ofrece.


"DESCONOZCO"

Desconozco cuantos perfumes has olido. 
No tengo idea de cuantas bocas has besado...
Ni que colores de ojos te habrán enamorado.
No conozco de igual modo el número 
de voces que te han seducido...
Si fueron muchas, si fueron pocas. 
Si fue ninguna, si fueron todas.
Solo sé que necesito;
ofrecerte lo que nadie te ha ofrecido.
No uso perfume y tampoco sé besar.
Tengo los ojos negros y una voz muy simple y ronca.
Pero podría volverme única,
en esta oportunidad.



UN PENSAMIENTO MÁS...


Cuando gritamos al vacío, podemos escuchar nuestro ECO...
Si no cerramos bien el grifo, el agua seguirá GOTEANDO...
Cuando arrugamos una hoja de papel y la extendemos nuevamente, no volverá a su FORMA ORIGINAL.
Lo mismo pasa con una prenda de ropa, al ser lavada por vez primera. Ni el suavizante más costoso la dejará COMO NUEVA, eso es una garantía.

Pero es que hay cosas, sucesos y acciones, cuyas reacciones jamás podremos controlar.
Si pudiéramos manipular el destino...

¿Dónde quedaría la duda? 
¿Dónde quedaría el inexistente hubiera?
¿Qué pasaría con las sorpresas de la vida?

No tendríamos nada que esperar, ya lo sabríamos todo.
Pienso que con eso perderíamos la condición de HUMANOS.
Controlar lo incontrolable, está más allá de los límites de nuestras capacidades físicas, morales y espirituales.

El destino existe, eso es claro.
TODOS tenemos UNO, que ya está escrito.
No lo conocemos, eso es cierto... 
Pero ahí está.

Yo no sé lo que me pueda suceder mañana, mi vida sigue siendo muy corta. 
SOY TAN JOVEN. 
Pero todo tiene un porqué, todo pasa por algo.


No puedo vivir encerrada.
No quiero vivir encerrada.

El mundo constantemente cambia, y la maldad cada vez está más a flote.
SUPONGO QUE ANTES NO SE VEÍAN ESTAS COSAS.
Pero mi tiempo es este.
Esto es lo que me tocó vivir.

¿Qué puedo hacer?
Vivir con miedos no es vida.
Sólo quedará enfrentarlo.

Me hubiera gustado que mi generación viviera tiempos mejores.
Tiempos más felices.
SOY JOVEN.
Pero no sé si hoy es mi último día, ni mañana, ni en 3 meses o en 10 años.
No sé si conoceré a mis hijos, no sé ni si quiera si los voy a tener.

VIVO AL DÍA;
porque es lo que hay que hacer.



martes, 23 de abril de 2013

VERBAL

Tomábamos mucho té caliente. 
No recuerdo en que taza me enamoré de ti.

Me gustaba platicar de libros, escuchar música vieja. Era exquisito reír contigo.

Me inyectaste en el cuerpo tu esencia, no soy más de mí. 
Soy completamente tuya.

Noches antes de tu partida, sentía constantes escalofríos. 
También calambres, por todo el cuerpo.

Era como si mi alma tratara de avisarme que pronto te marcharías, que lo evitara; por que no podría soportarlo.

El destino es tan impredecible.
Tal vez este no era nuestro tiempo.

Las despedidas son los golpes más duros. 
Has dejado mi cuerpo lleno de moretones.

¿Con quién voy a escuchar esas antiguas canciones?

Tu mirada últimamente era muy frívola. 

Tu boca se sentía seca
Tus besos; ariscos.

Ya no veía en ti las ganas de seguir conversando conmigo.

Me he enamorado de relatos distintos, pero los tuyos... 
Los tuyos me llevaban al éxtasis. 

Los míos al parecer te parecieron poca cosa...
Sin embargo sigo esperanzada en que pronto volverás.

No sé con quién tomes el té cuando anochece.
Ni a quién le leas tus escritos privados.

Nunca me preguntaste cuál era mi libro favorito.

Me quedé deshidratada.
Mis ideas no brotan más...
Ya no tengo inspiración, pero prefiero esta sequía.

Si volviera a humedecerme; me congelaría.

Podría convertirme en un bloque de hielo,
PORQUE ME DUELES TODAVÍA.

Estás volviéndome loca, pero...
¿Que otra reacción tendría?
...


Iris

No sabes nada y sin embargo, actúas como si lo supieras todo. Supongo que siempre has tratado de hacerte la interesante, es una lástima que no sepas que conmigo eso, no es necesario. Tienes los labios dormilones, se te escapan las palabras y tus conversaciones no siguen una lógica, lo sé porque escucho a través de puertas cuando sé que estás ahí dentro. Soy fan de tu voz... Me he enamorado del color de tus ojos, de tu figura , de tu loción, de tus cabellos, de tus pestañas, de tus caderas, y de tu piel. 

Siempre que te veo paseando por ahí, no dejo de verte, no paro de admirarte. Quisiera contemplar que hay más allá de tu maquillaje, más allá de tu manera de caminar y de los libros que llevas abrazados, más allá de la ropa que llevas puesta, más allá de tus expresiones; pero sigo siendo muy callado... Temo conocer tu reacción, ante este sentimiento. 

No logro digerir tus carcajadas, cuando otro las provoca. No intento nada, pero lo quiero todo si se trata de ti. Pasas por mi lado y te sujetas el cabello. El viento levanta un poco tu vestido, yo finjo que no he visto nada, y tú ni si quiera te has dado cuenta de que existo. Es una pena que nadie se enamore del alma. No puedo culparte por no fijarte en mí, eres casi perfecta. No conozco tus sentimientos, pero te quiero; y creo que por ello no puedo obligarte a que me quieras. Soy prácticamente nada junto a ti. Las personas se enamoran de una cara, de un buen cuerpo, de costillas marcadas, de dientes alineados y de pómulos perfectos. Por lo menos me gustaría sentir el aroma de tu aliento, escuchar que me dijeras al menos una palabra, pero ni si quiera me ves cuando pasas... Está más que claro que yo no te intereso.

Somos todo lo contrario, pero tenemos una cosa en común; estamos vivos, somos parte del mismo tiempo, hemos estado en el mismo escenario en más de una ocasión. ¿Qué se sentirá tomar el té a tu lado? ¿Qué se sentirá tocarte la mano? Jugar con tu pelo, besarte la espalda, rozar con las manos tus clavículas, tus hombros, tus brazos, sujetarte las muñecas... Mirarte fijamente, estar de pie frente a frente, sin importarnos nada, ni la hora, ni la gente, ni escuchar sonido alguno que no sea el canto de los grillos. 

No hago nada, pero podría. Aunque no puedo mentirme a mi mismo, no lo haría jamás. Supongo que no soy el primero que se enamora de esta manera. El amor es muy tímido, y tú eres demasiado extrovertida...

Tendré que conformarme con mirarte, aunque tú no me observes. Con hablarte aunque tú no me escuches y con amarte aunque ni si quiera sepas mi nombre, ni mi apellido, ni mi fetiche, ni de este amor.