Envuelta en sabanas rosadas, con el rostro afligido y los labios rojos... Agotada de amarlo y beber cafeína... Sentida. Respiraba. Su inocencia provocaba la depravación de los hombres y reflejaba la poca experiencia de la mujer más joven del lugar... Desgraciadamente ella se había hecho a la idea... Se habíaa aferrado a Marcelo, pero él solo la utilizaba, aunque la veía joven y hermosa, no pensaba en dejar a su implacable mujer, nunca. Tenía una familia formada, y una vida provechosa, pero a Carolina eso no le interesaba... Ella tenía las ilusiones de una adolescente, veía en él, el prototipo del hombre adecuado... Sentía que era un valiente príncipe disfrazado de carnal caballero, erguido; gallardo. Pero no lograba descubrir que tras sus hermosos ojos marrones, se escondía el egoísmo y los engaños de un vil barón apasionado.
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