lunes, 25 de abril de 2011

La bailarina que no pertenecía a ningún recital...


-María... Tu dolor es en el vientre, cada vez mas fuerte & te acelera la respiración. Tranquilízate... Sólo te llena de preocupación y nerviosismo...


-Coronel, le otorgo en este día el puesto que amerita... Es usted el oficial al mando de mi vida...

-Imagíname mejor, María... como el caballero de tu cuento... Conviérteme más que en un guerrero y transfórmame en un príncipe... Si bien la metamorfosis que sufra este día llegara a ser dolorosa... no sientas piedad de lo que me suceda. Continúa.

-La vida no es un cuento Coronel... Yo ya no creo en los príncipes. A mí me falló ya mi rey. ¿De qué me sirve crear puentes de graba sobre los riachuelos más cortos? ¿O regalarle a los pajaritos, cánticos mañaneros? No existen aquí las hadas del azúcar; como en los cuentos... ¿Entiende? es imposible... Aquí los alcatraces no son de color...

-No si no lo quieres María... Píntalos. Decídete y marca tú la fantasía... tíñelos como la ropa María, tíñelos...

-La ropa... mi vestuario. Mi vida es un teatro... Yo soy la actriz principal... Decaigo en los ensayos porque gozo improvisar. Sé de elencos y papeles, no estoy de acuerdo con la obra transformada en vida... Ha dejado de ser un juego para mí, con el pasar de los años, no se acaba pronto querido Coronel... No es tan generosa.

-Solo con el que lo merece María. La mujer de mi vida me hoy me ha dejado...

-Ya no tiene quien le cocine, ni quien le escriba versos o cartas.

-Fascinante es de algún modo...

-Yo no tengo a quién enviarle mis obsequios...

-Perfecto...

-La mujer de su vida, es ficticia Coronel... Igual que usted...

-Posiblemente.

-Creo recordar a la mía... Me enamoré de una mujer hermosa, de mejillas rojas y palmas cálidas... Solía creerla una fuerte guerrera, pero se quebraba fácilmente. Era frágil. Jamás he de olvidarle, era un amor puro, un amor sincero. Ella se fue, y me quedé sola a la interperie, su partida me afectoó tanto. La vida fue generosa con ella... Se despidió de la condena de los hombres Coronel... Logró convertirse en una paloma blanca, y extender las alas hacia un vuelo infinito, para nunca volver a respirar preocupaciones, ni melancolía.

-Te ha afectado mucho, ¿no es así?

-Así es... A la par que lo recuerdo, vuelvo a sentirla conmigo... Su partida me ha marcado tanto... mi amada me defendía contra las bestias Coronel... Yo era su princesa, ella era mi reina... Hablo de mi madre.

-Sufres más aún...

-Nuestro rey, Coronel... Nuestro rey había perdido la cordura, cayó en la vil locura, como en una perdición, y de mi progenitor, nacerá un pecado... Ella siempre supo que el era un cruel personaje, pero yo le rendía honores, lo miraba con respeto. Con amor...

-¿Y ahora...?

- Repudio.

-¿Es este a caso tu dolor, María de mi alma?

- Mi hermano adorado esta en mi vientre... Será también mi hijo. Nuestra sangre esta conectada, pero dicen los ángeles blancos, que moriré por esos lazos en algunos meses... Al menos, nos iremos juntos... Él no tiene la culpa de nada. Yo volvería a ver a mi amada, a mi madre, la mujer de mi vida, mi verdadero y único amor... Creo que la vida realmente será generosa conmigo, dejaré de vivir en esta falta de cordura de una vez por todas...

-¡Brillante María! salgamos a caminar... La arena de esta playa te hará bien, quítate las zapatillas de ballet y estrecha mi mano, deja ese rincón y acércate a admirar la luz... Baila María, baila. Olvida.

-El problema es que no pertenezco más nunca a ningún recital... Fue una orden de usted coronel... ¿No lo recuerda? Me dijo alguna vez que mientras usted exista, no he de necesitar más danzar. No dependo de llenar mis espacios vacíos con el movimiento corporal, que resulta de guiarme de las hermosas melodías, con usted a mi lado, jamás me he de sentir sola.

-Lo sabes María, así es...

-Lo sé... Los angeles blancos también lo dijeron. Ni si quiera estoy segura de seguir en casa... Los ángeles blancos me visitan seguido... Acompañados de caras que no logro reconocer...

-¿Como se llaman esos angeles María?

-Les han llamado doctores... No se por qué... ¿Estoy a caso tan mal herida?

-Puede ser María, puede ser...

-Coronel... Recíteme de nuevo su nombre... Abráceme, no salgamos... Venga usted a este rincón, y acurrúquese a mi lado... Hágame sentir protegida... Hágalo por favor...



& MIENTRAS LE SONREÍA, POR LA VENTANA, LOS ÁNGELES BLANCOS Y LOS PADRES DE MARÍA, VEÍAN QUE DÍA CON DÍA SU ENFERMEDAD IBA AVANZANDO. Y QUE MARÍA EN CUESTIÓN DE MESES SE DESPEDIRÍA PARA SIEMPRE DE SU INCURABLE ENFERMEDAD MENTAL. DEL VERDADERO DOLOR QUE DE SU VIENTRE PROVENÍA, EL CUAL LO GENERABA SU PENSAR, QUE LE JUGABA JUGARRETAS... QUE DE MIGRAÑA EN SU CABEZA, PODÍA SENTIR UN FUERTE GOLPE QUE LA HACIA CAER EN PROFUNDOS DESMAYOS... Y QUE CADA QUE DESPERTABA, SE IMAGINABA EN ALGÚN PARAÍSO, Y A SU DERECHA, IMAGINABA AL CORONEL.


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