El parque estaba casi vacío.
Era lunes en la tarde.
Isabel alimentaba a las palomas...
Don Antonio, daba algunos pasos junto a
la laguna de insultante coloración.
Isabel todos los atardeceres hacía
lo mismo.
Llevaba muchos años sola, y no
creía en nada más que en el cariño
que le tenía a ese viejo paisaje local.
Antonio, recordaba sus andares...
Se sentía viejo por poseer poco más de
74 años...
Isabel le sonreía a la vida hipócritamente...
Antonio le ignoraba su existir...
Dos viejos solos coincidieron en una banca.
Más sin embargo, fue sin cruzar alguna palabra.
Y al otro día, se volvieron a encontrar...
Isabel lo miró, Don Antonio volteó y comenzó a
caminar.
El miércoles, él la miró a ella.
El jueves, Isabel le sonrío.
El viernes, Don Antonio se acercó y le platicó
Era lunes en la tarde.
Isabel alimentaba a las palomas...
Don Antonio, daba algunos pasos junto a
la laguna de insultante coloración.
Isabel todos los atardeceres hacía
lo mismo.
Llevaba muchos años sola, y no
creía en nada más que en el cariño
que le tenía a ese viejo paisaje local.
Antonio, recordaba sus andares...
Se sentía viejo por poseer poco más de
74 años...
Isabel le sonreía a la vida hipócritamente...
Antonio le ignoraba su existir...
Dos viejos solos coincidieron en una banca.
Más sin embargo, fue sin cruzar alguna palabra.
Y al otro día, se volvieron a encontrar...
Isabel lo miró, Don Antonio volteó y comenzó a
caminar.
El miércoles, él la miró a ella.
El jueves, Isabel le sonrío.
El viernes, Don Antonio se acercó y le platicó
viejos recuerdos que la vida le dejó.
El sábado caminaron juntos, yo lo vi.
El domingo conversaron hasta el anochecer.
Al día siguiente almorzaron en el kiosko.
Al siguiente, bailaron juntos en la plazuela musical.
Al siguiente dicen algunos; Don Antonio le regaló una rosa blanca.
Y al siguiente un sentimiento comenzó.
Pero pasaron así 6 meses
& Don Antonio, nos dejó.
E Isabel con las palomas, alegremente
regresó...
A la tristeza despidió, porque a la vida
valoró, existió ahora para ella, el sentir de un nuevo amor,
había esperanza, la juventud no era un requisito,
El sábado caminaron juntos, yo lo vi.
El domingo conversaron hasta el anochecer.
Al día siguiente almorzaron en el kiosko.
Al siguiente, bailaron juntos en la plazuela musical.
Al siguiente dicen algunos; Don Antonio le regaló una rosa blanca.
Y al siguiente un sentimiento comenzó.
Pero pasaron así 6 meses
& Don Antonio, nos dejó.
E Isabel con las palomas, alegremente
regresó...
A la tristeza despidió, porque a la vida
valoró, existió ahora para ella, el sentir de un nuevo amor,
había esperanza, la juventud no era un requisito,
eso fue lo que aprendió.
Y su memoria revivió,
todas las tardes el fantasma
de aquel buen hombre, que esa
Y su memoria revivió,
todas las tardes el fantasma
de aquel buen hombre, que esa
vieja banca conoció...
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