lunes, 25 de abril de 2011
CONDENA (DE MUJER A MUJER).
Nadie puede comprender lo nuestro, ni si quiera las estrellas, & aunque en sus destellos nos envíen su calidez; sienten un repudio por lo que tenemos. La luna nos observa noche tras noche, y suele hacerse la misma pregunta. Siento que la arena se siente anfitriona de nuestras pasiones. Y sé que las mareas oceánicas hablan de nosotras, de nuestros actos. Su curiosidad y su morbo es tanto que no se percatan de que no nos interesa. Ni si quiera la más hermosa escena de la naturaleza puede entender de estas cosas... a veces juzga más que la misma sociedad humana. Pero a mí solo me importa; estar a tu lado... Hoy, solo hoy & lo mismo será mañana, pero de noche... Pues tras el juez más rudo; el soberbio amanecer, hemos de esconder a nuestra historia... Para no ser condenadas, por los que todavía no captan, que lo nuestro si es amor. Aunque sea de mujer a mujer.
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